lunes, 31 de agosto de 2009

La entrega del nuevo creyente

LA ENTREGA DEL NUEVO CREYENTE

Meta de enseñanza: Que el estudiante conozca las enseñanzas que permitirán consolidar al nuevo creyente.
Propósito: Que el estudiante valore el momento de la “entrega” procurando estar preparado para suplir cualquier necesidad de la vida del nuevo creyente.

Introducción
Hemos aprendido que en la evangelización está el sueño de Dios. Y que las personas entreguen sus vidas al Señor es motivo de celebración en los cielos. Sin embargo, muchas de ellas no comprenden que significa aceptar a Jesús como suficiente Salvador, la labor de todo consolidador o líder es llevarlos a entender esta gran decisión, y que desde allí comience una vida de fruto abundante.

I. ¿A qué nos referimos con la entrega del nuevo creyente?

En la práctica, este proceso se inicia una vez terminada la predicación, ya sea, en un E.B. (estudio bíblico) o en un evento evangelístico. El pastor o líder dirige la oración de entrega e invita a quienes que por primera vez hicieron esta oración, levanten las manos y pasen a un salón en el cual se les estará esperando. Si es el caso de un E.B., se puede pedir a los nuevos creyentes que se queden un breve tiempo una vez finalizado el E.B.
Una vez que los nuevos se hayan acomodado (según sea el caso), el consolidador debe explicar claramente la obra de Jesucristo en la Cruz y la necesidad de acogerse a ella.
No debemos olvidar que el objetivo fundamental de este momento es que, el nuevo creyente debe entender lo que está haciendo. Mateo 13:19, enseña como el enemigo se roba la palabra que ha sido sembrada cuando las personas no la entienden.

II. Cinco enseñanzas que el nuevo creyente debe saber

a) La enseñanza del amor: Para explicar claramente esta enseñanza se debe emplear pasajes bíblicos que apunten a esta verdad. Por ejemplo “Jehová se manifestó a mí ya hace mucho tiempo diciendo: Con amor eterno te he amado; Por tanto, te prolongué mi misericordia” (Jeremías 31:3). Otros ejemplos son Juan 3:16 y Juan 10:10b.
b) La enseñanza del pecado: “Por cuando todos pecaron y están destituido de la gloria de Dios” (Romanos 3:23). Enfatice en este punto, que a pesar del profundo amor de Dios, el hombre se ha olvidado de él, haciéndose sabio en su propia opinión y ejecutando lo malo delante de Dios. “No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno” (Romanos 3:12).
c) La enseñanza de Cristo como único y suficiente Salvador: El objetivo de nuestra evangelización debe ser siempre presentar a “Jesucristo crucificado” por nuestros pecados. Ningún mensaje de evangelización será completo si se suprime presentar este hecho tan trascendental. “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8). Otros ejemplos Juan 14:6, Gálatas 3:13, Efesios 2:8-9, Isaías 53:5, 1° Juan 1:7
d) La enseñanza del Arrepentimiento: Recalque al nuevo que si le pide a Dios de corazón que borre su vida pasada, Él lo hará. Dígale que Dios mira el corazón y de ahí la importancia de un genuino arrepentimiento. Arrepentirse es cambiar mi manera de pensar para ajustarla a los parámetros establecidos por Dios (Hechos 3:19). Otros ejemplos 1° Juan 1:9, Isaías 1:18, Proverbios 28:13.
e) La enseñanza de aceptar y recibir: Anime al nuevo creyente y dígale que este es el momento para decirle: “Señor, hoy reconozco lo mal que he manejado mi vida y cuanto necesito de ti”. La Biblia dice: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; y si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él y él conmigo (Apocalipsis 3:20), otros ej. Romanos 10:9-10, Mateo 7:13-14, Juan 1:12.

No olvide tener su corazón abierto para actuar conforme el Espíritu Santo quiera. Por último, haga la oración de fe en donde ellos reconozcan su pecado, pidan perdón y acepten a Cristo como su Señor y Salvador. En esta oración tome en cuenta los siguientes aspectos:

Ø Su necesidad de Dios “Te necesito”
Ø Su condición “Soy pecador”
Ø Su arrepentimiento “Perdóname, no quiero fallarte”
Ø Su entrega “Te recibo”

III. Verificación de la entrega

a) Preséntese: Hágalo de una manera espontánea para ganar su confianza. Con amabilidad y una sonrisa pregúnteles el nombre y memorícelo. Así los hará sentir importantes.
b) Rompa el hielo: Recuerde, usted tiene el control de la situación y por lo tanto la iniciativa, haga preguntas sencillas, por ej. ¿qué le pareció la reunión? O ¿Cómo se sintieron?
c) Haga preguntas sencillas de diagnóstico: ¿Dónde está Cristo en este momento? (en mi corazón), ¿por qué cree que se encuentra ahí? (Porque la palabra de Dios lo dice), ¿Qué hizo Cristo en la cruz? (murió por mis pecados), ¿Qué debes hacer para ser salvo? (Creer en Cristo y recibirlo en mi corazón)
d) Refuerce la enseñanza pertinente: Si se sienten limpios porque son muy buenos, use la enseñanza del pecado. Si sienten que no hay perdón para sus pecados, utilice las la enseñanza de Cristo como único y suficiente Salvador.
e) Ore por ellos: Pregúnteles si necesitan consejería y contáctelos con una persona capacitada para hacerlo, de no poder hacerlo usted.

Conclusión

La habilidad para realizar una excelente consolidación se adquiere en la medida que nos preparemos. Para hacerlo continuamente, debemos evangelizar y llevar a las personas a la iglesia o a los Encuentros Bíblicos.